Cuando yo era pequeña vine a vivir a Galdakao. Entonces había pocas casas y muchas campas y vegetación. Teníamos mucho tiempo para jugar , y también íbamos al río a coger zapaburus y ranas.
Años después, cuando mis hijos eran pequeños, íbamos los fines de semana de camping. Allí podíamos estar en contacto con la naturaleza, cogiendo flores y rodeados de lagartijas, ardillas, pájaros y conejos.
Hoy en día son mis hijos los que llevan a los suyos porque no tienen ni tiempo ni lugar para jugar.
¿Y en el futuro? ¿Cómo será el mundo de los hijos de mis nietos? Ellos recogerán lo que nosotros sembremos.
TOÑI RUIZ
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